La primera serie realizada entre 1962 y 1964 comenzó tras reorganizar sus conocimientos plásticos, consecuencia de su formación académica. Iniciada una débil apertura social, la muerte silenciada de García Lorca le inspiró una figuración que, sin ser el soporte literario de su obra, desplegó sobre el lienzo personajes femeninos, impregnados de un hieratismo entrañable. La España rural se trasladó a su pintura en una fusión lírico-poética.

 

Silencios espaciales, elaboradas texturas, formas estáticas organizadas según el eje de coordenadas, sumidas en un tiempo sin dimensión y un cromatismo cálido, se identificaron en títulos como “Yerma” y “La casa de Bernarda Alba”.  

 

 

 

 

 

 
 

1964

    1965  
  "Naturaleza muerta"    "Bailarinas"  
   91 x 100 cm.    170 x 150 cm.  
   Óleo/lienzo   Óleo/lienzo