Llegamos así a la novena serie, la más lírica de su pintura denominada “Bereshit Bará” en la que, una vez más, decidó comenzar de nuevo desde otros parámetros abstractos cuya pureza organizaba los elementos esenciales en torno al zen. Quería devolver a la pintura su cualidad más inefable, esencial y poética.
El sugerente título se encuentra en las dos primeras palabras con que comienza el libro del Génesis y cuyo significado es “En el principio creó”. Deseó retornar también al principio nunca experimentado por ella, al lugar del origen, combinando fuerza, intensidad y profundidad al construir signos, formas y caligrafías rodeadas de misterio y envueltas por espacios diáfanos, superficies impolutas y colores sutiles en los que contrastaba la gestualidad del negro.
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2000 | |||||
"Jerusalem azul" | |||||
91 x 74 cm | |||||
Tec.mix.oro/cartón |